Primaria

Según nuestra filosofía, cada niño es un pequeño científico, listo para descubrir y comprender su mundo. En este proceso de autodescubrimiento y autoconstrucción, el "trabajo" del niño es fundamental.


El curriculum de educación infantil del Montessori de sucre va más allá del currículum oficial

LA FORMACIÓN DE LA PERSONA

En el corazón de la misión académica del Colegio Montessori reside una llamada inspiradora: ayudar a cada niño, adolescente y joven a escalar la montaña de su potencial ilimitado en todas las facetas de la vida. Al igual que un río que forja su propio camino, nuestras actividades están diseñadas para moldear habilidades sociales, propulsar el crecimiento emocional y afinar la coordinación física. Pero no nos detenemos ahí. Nos esforzamos por encender el faro de la preparación cognitiva, guiando a nuestros estudiantes hacia los desafíos académicos futuros.

Imagine el Colegio Montessori como un jardín de aprendizaje, donde cada estudiante es una semilla única lista para brotar. Aquí, cultivamos esas semillas, no sólo para que crezcan, sino para que florezcan en su máximo esplendor. Porque en Montessori, cada estudiante es un universo en expansión, y nuestro cometido es ayudarles a explorar todas sus estrellas.

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Un lazo de amistad de toda la vida...

El Rol Docente

Es responsabilidad de todos los maestros no sólo descubrir el talento, si no además cultivarlo, hacerlo florecer para que los frutos sean de calidad exportable. La búsqueda que debemos guiar debe comenzar por aquello que resulta natural, pues lo natural siempre deja estelas, rastros, huellas; desde luego, esta labor exige alta sensibilidad humana por parte del maestro. Este trabajo es inestimable, sublime, que engrandece la vocación del maestro, presentándolo así como un ser de otra galaxia.

La magia de la Educación

En suma, es creer, es decir, tener fe, que no es otra cosa que decidir, elegir ver a los estudiantes con talento, potencial, aptitud, aunque estos no hayan sido expresados aún y esto se hace saber con el acompañamiento que cada maestro tiene que realizar como labor primera, se hace conocer con un gesto de guía, de tutor, de mentor, de maestro espiritual, con la respuesta que ofrecemos ante la equivocación, la frustración, el fracaso, ante el acierto, el triunfo, también ante la desmesura de la celebración. En fin, educar significa concebir lo humano como una cuestión tremendamente otra, es decir, como lo infinito.

El trabajo del estudiante

En el marco de nuestra pedagogía, el estudiante es reconocido como protagonista activo de su propio proceso de aprendizaje, guiado por la curiosidad, el compromiso y el deseo de comprender el mundo que lo rodea. En un ambiente preparado y respetuoso, el niño que explora, investiga, colabora y reflexiona, desarrollando habilidades críticas, creativas y éticas que le permiten construir conocimiento significativo y enfrentar desafíos reales.